Sin autopista.

Finalmente el gobierno rescindió el contrato de concesión de la inexistente autopista Pilar Pergamino. Eso sí, en vez de reclamarle por la inejecución de las obras comprometidas, le permitirían a Eurnekián quedarse con la recaudación de la estación de peaje de Pilar.
Cuando se comenzó a construir el primer tramo de la autopista, que llega hasta el acceso a Capilla del Señor, la actividad era frenética. Pero, una vez que le habilitaron el cobro del peaje las obras se paralizaron. No existía la menor intención de continuar y es fácil colegir que la idea fue cobrar el peaje sin hacer más obras. Esta situación se mantuvo por más de tres años hasta que finalmente se decidieron a hacer algo.
El problema es que por lo que surge del decreto 891/2010 no parece haber la menor intención de continuar con las obras.
Quienes conocen las consecuencias fatales de las curvas de Todd  o de Viña o de la zona de lomadas entre Arrecifes y Capitán Sarmiento no pueden estar menos que indignados por esta nueva postergación a un proyecto que lleva más de 50 años.