Ayer cuando recorría la plaza de mayo y veía los preparativos para los festejos del Bicentenario no podía pensar en otra cosa que en la precariedad y la precipitación con que se encararon. La Pirámide de mayo hervía de gente restaurándola a las apuradas porque aparentemente nadie cayó en la cuenta -sino hasta que fue casi demasiado tarde- que tal vez deberían incluir en los festejos el primer monumento ergido en su conmemoración. Tribunas de caños, paneles de madera, figuras de cartón. De eso nada quedará para después, no digo que se hubieran mandado un teatro Colón, pero al menos una obrita conmemorativa...la patria progrecontratista hubiera accedido gustosamente a ejecutarla con los sobreprecios de ley. Pero parece que el presupuesto se fue en artistas, que van a recibir hasta cuatro veces lo que le cobran a un productor privado, total, lo pagamos todos.
Así, cuando el eco de la última canción se apague y los obreros empiecen a desmontar el escenario de caños, solo el vacío ocupara su espacio. Mientras tanto muchos de los asistentes, al volver a sus casas pasarán por alguno de las muchas obras conmemorativas de un centenario que miraba mucho más al futuro que al presente.
Todo en su debida proporción, no?
ResponderEliminarEl centenario nos encontraba como Nación en total crecimiento, un país pujante...
El bicentenario... Bue, nos encuentra aquí, y gracias!
Así es CGL, el 2010 nos encuentra con el mejor gobierno de toda la historia...
ResponderEliminar"..la patria progrecontratista hubiera accedido gustosamente a ejecutarla con los sobreprecios de ley". Jajajajaja Sublime!
ResponderEliminarPorqué me dio gracia?
Ya estoy embolado...