martes, 12 de julio de 2011

Gente Sin Swing

Días atrás contemplábamos por Youtube a una persona, hasta ese momento desconocida, transfigurarse en un energúmeno frente a la pantalla del televisor que transmitía un partido del club con el que simpatiza. En su defensa podemos decir que se encontraba en la intimidad de su hogar y que su comportamiento no pasaba por el filtro de saberse filmado.

Hoy leemos a un "vecino de Buenos Aires" conocido por otras razones, exudar su energumenidad de manera consciente y deliberada en un artículo intolerante y obtuso. Intolerante pues destila ira y desprecio hacia quienes no coinciden ideológicamente con la casta de iluminados a la que cree pertenecer. Obtuso porque su cerradez mental le impide ver que no todos pensamos igual y que eso no es algo malo sino todo lo contrario pues de la diversidad se nutren las ideas.

Tal vez Fito Paez no repare que el desprecio hacia quienes opinan diferente alimentó numerosas persecuciones ideológicas. Tal vez no se ha dado cuenta que lejos de ser una catarsis, lo suyo fue un mensaje de odio. Quiero pensar en positivo, darle el beneficio de la duda, ese que él ha negado al electorado porteño.